El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos. Las gracias nos vienen por nuestra respuesta de bienquerencia a Todopoderoso y de verdadera contrición del pecado, lo cual el sacramental debe motivar.
Según la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, el Escapulario del Carmen es un signo exterior de la relación específico, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Raíz del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión cariñoso; recuerda la primacía de la vida espiritual y la penuria de la oración.
Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de existir según su rica espiritualidad y su propio carisma.
Es la ropa que usan los monjes y las monjas. Consiste en una tira de tela que se lleva sobre el práctica y en la que se borda el escudo de la comunidad a la que se pertenece.
En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la presencia de la Origen. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: "No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Origen de la Misericordia."
– Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de imitar sus virtudes, su vida, y proceder como ella.
El escapulario carmelita consiste en dos piezas de tela, generalmente de color café y unidas por cuerdas. Una de las piezas se coloca en el pecho y la otra en la espalda, y se lleva como el escapulario de la virgen del carmen una muestra externa de devoción y consagración a la Virgen del Carmen.
Cuando el escapulario se ha desgastado, puede reemplazarse por unidad nuevo bendecido, pero no se tira a la basura.
Es muy simple y a la ocasión sacrificado el uso de los escapularios de la virgen del Carmen, aunque que solo es necesario llevarlo siempre puesto para la protección de la virgen e incluso en la crimen por el privilegio sabatino que otorga, pero teniendo la obligación de tener a la Virgen siempre presente en cada momento de nuestra vida e imitando lo más posible la que ella llevó.
Sería temerario y ofensivo para la Iglesia, cuya Vanguardia es Cristo y su alma vivificante el Espíritu Santo, creer que comete una equivocación secular y universal en poco que pertenece a la doctrina y vida cristiana.
– Para ser partícipe oración del escapulario de la virgen del carmen de la primera promesa, el de la perseverancia final, se requiere acaecer recibido el escapulario de manos de un sacerdote, llevarlo siempre puesto y específicamente en la hora de la asesinato.
Se cree que los primeros ermitaños carmelitas que vivieron en el Monte Carmelo de Tierra Santa en el siglo XII llevaban una túnica con cinturón y un estrato a rayas característico de los peregrinos; cuando los carmelitas se trasladaron a Europa a mediados del siglo XIII y se convirtieron en una orden mendicante de frailes, adoptaron un nuevo costumbre que incluía una túnica con cinturón cobrizo, un escapulario castaño, una capucha llamada capuche y un yacimiento blanco[3].
Para muchos la prueba es irrefutable, ni para ello es necesaria una definición del Magisterio Supremo. escapulario de la virgen del carmen original Aunque sí hubo controversias y fueron dirimidas por la Santa Sede
Esta representación visual es un recordatorio constante de su cuidado maternal y de la importancia de vivir una vida en Humor.